The Filipino saying “No hay corteza amarga para una persona hambrienta” teaches us that there’s no room for nitpicking when we’re in need of something.
Usamos esta refrán filipino para explicar que cuando realmente necesitamos algo no seremos exigentes a la hora de satisfacer esta necesidad.
Por ejemplo, si una persona está realmente hambrienta no le importará si todo lo que tiene para comer es un pedazo de pan. Tampoco importará mucho el tipo de pan o el tipo de corteza (crust) que tenga.