El Paraguay probablemente sea el único país del mundo donde una lengua nativa, el guaraní, ha sobrevivido a la colonización hasta mantener un estatus más o menos reconocido en la sociedad. Es cierto que muchas otras lenguas nativas están vivas hoy en día en varios lugares del mundo, pero son habladas por una minoría y no tienen casi ningún reconocimiento social. Paraguay es un país bilingüe de acuerdo a la Constitución de ese país pero también según la tradición e historia de su pueblo.
Además del español y el guaraní hablados en Paraguay, en los últimos años ha aparecido un dialecto criollo mezcla de estas dos lenguas: el jopara. Jopara sintetiza en tres sonidos un fenómeno lingüístico muy complejo. Este término también se usa para un plato a base de maíz y frijoles. En sentido estricto, el jopara escapa a la condición de lengua por su falta de normalización, si bien su estructura corresponde más a la del guaraní que a la del español. Se trata de una mezcla particular (como en el plato típico paraguayo) en la que los elementos no se confunden, en los que cada uno conserva su color y su identidad.
De 1994 a 1998, el Ministerio de Educación y Cultura, en el marco de la Reforma Educativa, promovió la enseñanza del guaraní, y de 1999 a 2007, la del jopara. Quizás en el futuro el jopara se convierta en una lengua más y el Paraguay sea un país trilingüe.