Did you know that the Inquisition chased Francisco de Goya?
La Inquisición española estuvo vigente desde 1478 hasta 1834 y su objetivo era mantener la ortodoxia católica y evitar los avances de la herejía en todo el reino. A lo largo de su historia, la Inquisición arrestó, torturó, enjuició y ejecutó a miles de personas por crímenes que en muchos casos eran insignificantes (trivial) o no tenían fundamentos reales.
Francisco de Goya fue llamado ante el Tribunal de la Inquisición en dos ocasiones diferentes. La primera vez fue en 1799 después de publicar una serie de grabados (prints) conocidos como Los Caprichos en los que Goya criticaba a la sociedad española, en particular a la nobleza y al clero. Varios de estos grabados mostraban la severidad de los castigos aplicados por la Inquisición por crímenes insignificantes. Para evitar ser procesado, Goya retiró estos grabados del mercado y regaló las placas originales al rey Carlos IV.
La segunda vez fue en 1815 después de encontrarse sus pinturas La maja desnuda y La maja vestida entre las posesiones del Primer Ministro Manuel de Godoy en 1808 cuando éste cayó en desgracia. Para esta época la Inquisición ya estaba perdiendo su poder, por lo cual Goya volvió a escapar sin consecuencias.
Entre 1812 y 1819, Goya volvió a criticar las prácticas de la Inquisición con el cuadro Auto de fe de la Inquisición.