The popular Spanish saying “Donde manda capitán, no manda marinero” reminds us that what the boss says goes.
Este refrán toma prestada una imagen del ámbito naval para ejemplificar que en una situación jerárquica la última palabra y la autoridad máxima la tiene la persona que se encuentra más alto.
En un barco, el capitán tiene el rango más alto y el marinero el menor. Como subordinado, el marinero tiene que seguir las órdenes de su superior, aún cuando no quiere o no está de acuerdo. En la vida cotidiana, podemos encontrar paralelismos de esta relación en diferentes ámbitos: padres-hijos, profesores-estudiantes, jefes-empleados, etc.
Si una madre ordena a sus hijo a limpiar su habitación, aunque el hijo no quiera eventualmente deberá ceder ya que los padres son la autoridad en la jerarquía familiar.
Esta frase se suele para recordar al ‘marinero’ cuál es su posición en la jerarquía y debido a su popularidad a menudo sólo se usa el inicio del refrán “Donde manda el capitán…”.
Variantes:
- Donde hay patrón, no manda marinero
- Donde manda capitán, no gobierna marinero