Justo a tiempo para el Día de los Muertos, tenemos una frase relacionada la vida y la muerte: “El muerto al hoyo y al vivo al bollo”.
Aunque existen muchas variantes de esta frase, su significado se mantiene: cuando alguien muere, por más que sus allegados estén muy afectados, la vida debe continuar. En su sentido más literal, los muertos pertenecen en su tumba, y los vivos deben continuar con tareas cotidianas como comer.
A veces también se puede aplicar de forma más negativa o de censura cuando sentimos que la persona fallecida ha sido olvidada muy rápidamente por alguien o que a los vivos sólo le interesan los beneficios que recibirán por la muerte.
Otras variantes de esta frase incluyen: “El muerto al pozo y el vivo al gozo” (connotación siempre negativa), “el muerto al hoyo y el vivo al baile” o “Váyase el muerto a la sepultura y el vivo a la hogaza” (versión de El Quijote).
No hay un equivalente exacto en inglés, pero algunas frases que expresan sentidos similares incluyen: “life is for the living”, “dead men have no friends”, “let the dead bury their dead”, “life goes on”.