Las mujeres de principios del siglo XIX vivían en una posición de subordinación, circunscritas al espacio privado, de forma que solo tenían dos opciones respetables: el matrimonio o el convento. Sin embargo fueron muchas las mujeres que colaboraron en la causa independentista de Hispanoamérica.
La participación de las mujeres en la actividad y compromiso políticos fueron varios y se manifestaron de múltiples y diversas formas: coordinadoras de actividades políticas; organizadoras de protestas y manifestaciones; redactoras de textos políticos revolucionarios; organizadoras de redes de espionaje y de distribución de información; recaudadoras de dinero y joyas para la causa independentista; avituallamiento para las tropas; etc., etc.
Fueron muchas y de diversos países del mundo hispanoamericano: Francisca de Zubiaga de Gamarra, la Mariscala (1803-1835), de Perú; de México, María Ignacia Rodríguez de Velasco y Osorio Barba, conocida como la Güera Rodríguez (1778-1851); Juana Ramírez, la Avanzadora (1790-1856), de Venezuela entre otras muchas más.
Pero de todas estas valientes mujeres que dieron su vida a la causa independentista, sería Manuela Sáenz, la libertadora del Libertador de Ecuador, la que más destacaría no solo por su valor, inteligencia y lucha sino también por su apasionado romance con el Libertador Simón Bolívar.