El xoloitzcuintle es una raza de perros originario del continente americano, en especial de México. Estos perros no tienen prácticamente nada de pelo y tienen una expectativa de vida entre los 12 y los 14 años. De acuerdo con hallazgos fósiles, se dice que la existencia del xoloitzcuintle data aproximadamente de hace 1300 años.
El nombre de esta raza viene del idioma náhuatl, de las palabras ‘xólotl’, que significa ‘esclavo’, ‘deforme’ y ‘extraño’ y de ‘itzcuintli’, que significa ‘perro’. El xoloitzcuintle era considerado un perro representante del dios Xólotl y tenía la tarea de guiar las almas de quienes morían al Mictlán, el inframundo para la mitología mexica. Además de ello, durante la época prehispánica, los xoloitzcuintles eran usados en sacrificios rituales y, según se dice, en guisos para comer.
Durante el siglo XVII, la Corona española ordenó exterminar con los perros nativos de estas tierras, lo que llevó a esta raza al borde de la extinción. No obstante, en los años 50, en las zonas de Guerrero y Oaxaca, se redescubrieron los xoloitzcuintles y desde ese momento, algunas organizaciones se han dado a la tarea de conservar esta especie. Desde el año 2016, este perro sin pelo es considerado patrimonio cultural y símbolo de la Ciudad de México.